Le preguntamos a Juan Ignacio Isaza, líder de logística de Melonn, qué es la última milla, y no se tardó mucho en responder: “la última milla hace referencia “distribución capilar”, un concepto de logística que se refiere a la distribución de los productos por toda la ciudad”. Aquí va un ejemplo:
Soy un centro logístico y como centro, ya hice toda la labor de cross docking (de la que te hablaremos más adelante). La distribución del producto no se hace punto a punto, sino de un punto a muchos puntos y esto es lo que se conoce como “capilaridad” en las ciudades, es decir: el centro envía varios paquetes pequeños a diversos puntos de la ciudad.
Juan Ignacio nos explica que los americanos nombraron como “mile”, es decir, “milla”, a este proceso de distribución porque previamente tuvieron lugar otros procesos que exigieron unos millajes mayores (por ejemplo, el cross docking) y ya se habían hecho recorridos más largos desde el momento en el que la mercancía salió de su origen hasta el punto final de entrega, que sería el domicilio del cliente.
Algunas compañías de logística también le llaman a este proceso “la última yarda”.
La última milla es la parte final de toda la cadena de logística y podría decirse que es uno de los más delicados porque tiene que ver directamente con la relación que genera el negocio que ha vendido por Internet (a través del ecommerce) a su cliente final, en pocas palabras: la entrega directa del repartidor al cliente, justo en la puerta de su domicilio o lugar de trabajo.
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Sucede con frecuencia que no existe una persona que reciba la orden, y esto ocasiona que el repartidor deba regresar o que retrase su proceso de entregas, ya que debe esperar a que se encuentre alguien para recibir el paquete.
Una solución a este inconveniente pueden ser los smart lockers, una alternativa tecnológica que mejora la recepción del producto que se ha comprado por Internet, ya que el repartidor debe abrir el locker con una combinación secreta y de esta forma puede dejar el paquete sin necesidad de un receptor físico.
Muy parecida a la anterior, ya que si el comprador no se encuentra para dar su firma, la entrega del pedido no podrá ser finalizada.
Dependiendo de la región, es posible que la cantidad de artículos a entregar sea pequeña y no se pueda crear un plan de enrutamiento rentable y eficiente; lo que haría que las empresas transportadoras usen varios vehículos pequeños para gestionar las entregas y esto, a la larga, produciría mayor contaminación que un vehículo grande.
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Contamos con un programa que nos indica quién sería el transportador indicado para el tipo de producto a entregar. Este programa le indica al transportador cuándo se tiene que llevar el producto, indica la mejor ruta y consolida los pedidos para que tengan un recorrido más óptimo y eficiente.
Los productos llegan el mismo día, o al día siguiente de haber sido pedidos a través de la tienda en línea.
Además, este programa nos permite saber qué parte del recorrido se encuentran los productos y de esta forma aseguramos que el cliente vea, desde la tienda virtual, cuál es el movimiento de su producto y en qué momento le llegará.
Juan Ignacio también nos cuenta que en la última milla se ven involucradas las economías colaborativas como Rappi o Turbo Boy (en el caso de Medellín) para finalizar el proceso de entrega al cliente final.
Estos últimos dos son muy comunes en el día a día de las tiendas físicas en centros comerciales, cuando es necesario el traslado de productos de una sede a otra, o cuando se hacen solicitudes a través de la tienda virtual y la mercancía se encuentra en una sede alterna de la tienda física.
En Melonn queremos que estés seguro y tranquilo de que tus productos llegarán completos y en perfecto estado a las manos de tus clientes, que estarán felices de recibirlos en la puerta de su casa o trabajo.
Dedícate a vender, que nosotros nos ocupamos de la logística de tu tienda en línea.